Cinco edificios históricos que no puedes perderte en Toronto

Si eres de los que viaja para ver edificios históricos, no puedes perderte de nuestra selección de Toronto

Algunos aman ir de compras, otros ir a la playa, sin embargo, para una raza muy específica de viajeros, lo importante no son los centros comerciales, ni las extensiones de arena blanca donde pueden ir a ver gente bonita y a ser vistos, no, para ellos lo importante es tener la posibilidad de ver la historia frente a sus ojos, y créeme, Toronto, en Canadá, les ofrece a ellos todo lo que necesitan.

Ese lejano país perdido al norte de los Estados Unidos es de hecho cuna de algunos de los hechos históricos más fascinantes de la humanidad, sin embargo, no dejes que te diga más por ahora. Prepárate para el conteo de los cinco edificios históricos más importantes de Toronto, un recorrido que si eres amante de la arquitectura y el urbanismo no podrás dejar de hacer durante tu visita al país.

Atención a los documentos

Eso sí, antes de comprar el pasaje de avión y lanzarte a explorar Toronto debes fijarte bien en los requisitos migratorios que aplican a nuestro caso. Si perteneces a uno de los países con exención de visado, deberás sin embargo diligenciar el formulario ETA y  una vez hayas recibido tu ETA visa por correo electrónico, prepararte para la aventura.

No obstante, si no cuentas con la fortuna de tener un pasaporte exento de visa, el procedimiento migratorio ETA Canadá no es para ti y deberás dirigirte a la oficina consular canadiense más próxima a tu domicilio para obtener otro tipo de autorización de viaje. Debes ser muy cuidadoso con esto, las autoridades canadienses son muy estrictas en términos de inmigración y cumplimiento de la ley.

Cinco edificios históricos que no puedes perderte en Toronto

Mercado de St. Lawrence

Se trata de un tradicional mercado donde es posible comer al aire libre y comprar bagatelas de segunda mano, la estructura de hierro fundido del edificio convierte a este enorme complejo en una verdadera joya arquitectónica de la ciudad. Es el lugar ideal para visitar durante unas vacaciones cortas.

Torre CN

Aunque algunos iconos pueden ser un poco aburridos, la enorme aguja que distingue a esta linda ciudad canadiense no decepciona ni a los más escépticos, puedes almorzar en las alturas por un valor aproximado de 35 dólares canadienses y subir hasta la cima por 12 dólares adicionales, la vista es de verdad espléndida.

Toronto Public Library

No todos querrían entrar a una biblioteca durante sus vacaciones, pero este conteo no es para la mayoría de los turistas, está lista es para viajeros sibaritas, que sin duda amarán el programa arquitectónico de uno de los edificios públicos más impresionantes de todo el continente, se trata de un lugar muy agradable donde podrás tomar un café y pasar un tiempo de calidad. Y lo mejor es que la entrada es totalmente gratuita.

Casa Loma

Aunque se trata meramente del capricho arquitectónico de un millonario, no por eso deja de ser agradable dejarse perder en los pasillos de este fascinante edificio, que es el lugar perfecto para tomar un helado y recorrerlo con ojos de curioso. Está edificación de hecho se ha convertido durante los últimos años en un destino obligado de la ciudad gracias a su aparición en múltiples películas.  

Randolph Centre for the Arts

Se trata de un edificio cuyo programa arquitectónico original era el de una iglesia, pero que gracias al cambio en las costumbres locales terminó convirtiéndose en un teatro, los que lo visitan quedan naturalmente fascinados por las actividades que tienen lugar en su interior, pero una mirada más crítica se quedaría totalmente fascinada por la forma en la que un mismo edificio puede acoger dos actividades tan diferentes a través de una adaptación tan modesta en apariencia.

No se diga más, si ya tienes tu ETA visa y tu pasaporte en orden, no hace falta que hablemos más sobre lo que Toronto tiene para ofrecerte, prepárate para conocer una ciudad donde la historia está en todas las calles y en donde podrás divertirte y aprender en cada esquina, ¡disfruta de tu aventura intelectual!